Es
el turno del dador, que debe expresar si coge cartas
o no. si coge, dice el nùmero , echa sus descartes
sobre los descartes de su adversario y , por ùltimo,
mira las cartas que acaba de darse.
Los descartes pueden seguir efectuàndose hasta
agotar la baceta. Si' ocurre, el dador puede hecerse
con cartas de los descartes al azar y de una ùnica
vez.
El contrincante del dador tira una carta y, obligatoriamente,
anuncia un palo. Si no lo hace o anuncia uno y juega
otro, el otro jugador puede obligarle, si le interesa,
a jugar al palo anunciado.
A partir de aqui', se tiene la obligaciòn de
asistir al palo superàndolo. si no pudiera hacerlo,
deberìa fallar con triunfo y en caso de no poseer
carta de triunfo, podrìa descartarse de la que
deseara.
Gana la baza el que ha echado la carta màs alta
de un mismo palo o el que ha fallado con triunfo. Ese
jugador sera' el que inicie la pròxima jugada.
El juego prosigue asi' hasta que se hayan hecho las
cinco bazas posibles.